Pues ya se acaba el verano. Y en mi caso, ¡ya tarda! Con las 3 olas de calor que nos ha dejado, lo único que ha hecho ha sido dejarme más rígido y con mayor dificultad de movimientos. Menos mal que parece que, al menos en esta zona, ya se va alejando.
No quiero ni imaginar lo que hubiera sido de vivir en una de esas zonas de los 45 grados…doy gracias por eso.
Lo único que puedo decir es que aún con olas de calor no he faltado cada día al trabajo, lo cual ya es un logro, y la suerte es que en mi lugar de trabajo nadie me discute si el aire acondicionado está muy alto o muy bajo. Doy gracias también por eso.
Un poco de repaso.
Foltra, o El proceso…ya sabéis.
Os recuerdo que tomando este tratamiento hay que realizar unos controles rutinarios semanalmente (Tensión arterial, temperatura, glucosa en sangre…) y otros en un análisis trimestral. Este análisis trimestral es el que decide si el organismo necesita un descanso en el tratamiento o no.
Hace una semana me llegaron los resultados de los análisis trimestrales. El análisis anterior, dio como resultado un nivel correcto, así que no hice descanso en el tratamiento. Ahora no ha sido así.
Como el nivel de somatomedina C subió por encima de lo razonable, inmediatamente se me ordenaron 15 días de descanso en el tratamiento. Tras los cuales debo reiniciarlo con una bajada en las cantidades. Seguimos buscando la cantidad correcta de GH u Hormona del crecimiento que mi organismo tolere sin subir demasiado los niveles de somatomedina C. De todos modos 15 días es muy poco tiempo, nada que ver con los 3 meses de mis principios con este tratamiento, en los que por un cúmulo de cosas el tiempo de eternizó. Afortunadamente las cosas en el Proyecto Foltra no están como en aquella época.
La cuestión es que hasta la semana que viene no sigo con mi tratamiento. En esta semana he notado una bajada en la movilidad. Voy más lento, me cuesta más subir las escaleras y noto mucho el cansancio al final del día.
El resto de medicación, la «oficial», la sigo tomando religiosamente. Baclofeno, Amantadina, Escitalopram y la Fampridina. Pero ya digo que en esta semana pasada he notado como una bajada en mi rendimiento diario.
Como siempre, las mañana son malas. Me cuesta mucho iniciar el día, a medida que pasa la mañana voy estando más «rápido», y al final del día es como si me bajase la batería de golpe y de nuevo estoy más lento.
Yo ya no tengo una idea que prevalezca sobre las demás. Es posible que acuse el esfuerzo y que sencillamente mi cuerpo y mi mente necesitan unas vacaciones y en mi situación lo noto más.
Es posible que note la falta de GH, si bien esto no parece posible con tan poco tiempo de descanso.
La semana próxima tengo cita con el neurólogo. Aquí veremos mis progresos, estancamientos o retrocesos con la Fampridina durante este verano. Este fármaco sigo adquiriéndolo en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza sin problemas hasta el momento.
También tendré una sesión con la neuropsicóloga, a ver si la enfermedad me ha abollado un poco o un mucho el cerebro y los procesos que, por ejemplo, hacen que me intente expresar con corrección en este vuestro blog.
De todo ello y de sus resultados daré cuenta aquí.
Respecto a Foltra, hasta noviembre no iré a Santiago de Compostela, así que aún tendré que hacerme otra analítica trimestral para comprobar si la corrección de la dosis de los fármacos ha tenido éxito, o no.
De momento sigo trabajando con normalidad, con la salvedad de este pequeño bajón en la última semana, y el hecho de tener concedida la minusvalía todavía no me ha reportado absolutamente nada. Esto de que el país se ralentice en verano y en agosto se llegue a paralizar en todo lo público al menos, no lo llego a entender, y más en la situación en la que estamos. Claro que yo quizá estoy sencillamente fastidiado por trabajar más cuando todo el mundo desaparece de todas las oficinas a las que llamo… 😉
Os emplazo para la próxima semana con las noticias frescas de la visita al neurólogo y espero que con algo más de todo lo que llevamos hacia adelante.
Nunca hay que pararse, no hay que desesperar. Los que estamos acompañados por la Esclerosis Múltiple sabemos lo mucho que cuesta volver a moverse tras una temporada parados. De la mano de los nuestros, gracias a los cuales todo esto siempre lo llevamos mejor, los usaremos como apoyo para no dejar de crecer como personas. Seguro que todos, incluidos nosotros los lentos, tenemos cosas positivas que aportar a nuestro alrededor.
buenas tardes, vivo en Zaragoza, y mi mujer tiene esa «amiga» de la que hablas, como vivo aqui podria verte para hablar de todos esos farmacos?
Un saludo, alberto
Buenas tardes, Alberto. Gracias por pasarte por el blog.
Te envío contestación en un correo.
Un saludo.