Nuevo viaje al campamento base.
De nuevo sin contratiempos y usando el servicio de asistencia para personas con movilidad reducida.
Este servicio, en Madrid, parece que funciona peor, ya sea por el mucho mayor volumen de personas o por otras razones. La cuestión es que no son tan rápidos en atenderte como en otros lugares, aunque el trato con los asistentes es siempre muy correcto.
De todos modos es algo altamente recomendable para ahorrarte el paseo por las terminales con el consiguiente agotamiento.
Siempre hay que tener en cuenta este tema de la fatiga. Quizá es de lo que más me esta costando acostumbrarme, ya que todo lo tengo que planificar con la mente puesta en que si lo que voy a hacer va a requerir movimiento por mi parte, debo buscar descansos o ayudas para no entorpecer, sobre todo, a los que me acompañan.
En general todo lo relacionado con el viaje, perfecto, más cuando hay novedades en las que parece que estos viajes van a ser, cuando menos, más espaciados.