Una sensación extraña

Eso es exactamente lo que sentí en la visita ante el tribunal que debía juzgar si me concedían algún grado de minusvalía o no.

En ningún momento noté que no confiasen en mi palabra. Solo hay que verme andar para ver que no voy a salir corriendo precisamente… 😉

Es más el hecho de reconocer tus limitaciones, de saber que en el fondo estas dando oficialidad a tu mal, es casi como un punto de no retorno. Esa sensación y el sentimiento que me invadió cuando salí de la ortopedia con la silla de ruedas, puede que sean lo que más me ha impactado de todo el proceso que llevo desde 2010.

Es cierto que la silla de ruedas no es para usarla de continuo. Tan solo es para usarla en situaciones en las que es obligado un desplazamiento largo. Visitas a museos, hacer la compra en unos grandes almacenes,…en el día a día, en casa y en el despacho no tengo necesidad de ella. Pero el verla en el patio, al lado del garaje, cada vez que entro en casa, no es algo que me agrade, la verdad.

En cuanto a este paso de reconocer un % de minusvalía me siento parecido. Es cierto que no voy a dejar de trabajar, no creo que me concedan pensión, menos tal y como están las cosas últimamente en que están buscando ávidamente dinero de todas partes, y tan solo me propuse hacerlo por la tarjeta de aparcamiento de minusválidos. Luego me enteré de que conjuntamente a esto, hay otras mejoras sociales que pueden facilitar las cosas un poquito.

Aún no tengo oficialmente reconocido nada. Pero la doctora que vi al final me dijo que más del 33% seguro que me iban a conceder. Ya veremos

Espero que anímicamente no me afecte este tema más de la cuenta…

Respecto al tratamiento con Fampridina, todo sigue igual. No veo que haya mejorado más, pero las sensaciones son muy, muy buenas. Respecto a los efectos secundarios, de momento nada. Ayer tuve un pequeño mareo que paso en unos minutos, y nada más.

Es importante no conducir bajo los efectos de este fármaco. Un mareito sin importancia como el de ayer, al volante puede ser una catástrofe.

Mucho cuidado, por favor.

Respecto al tratamiento del Proceso, estoy esperando recibir una nueva remesa del fármaco estrella, teniendo ya hasta noviembre, que es la próxima visita al campamento base. El otro fármaco del Proceso lo envían en remesas para 3 meses, y aún me queda un poco del envío anterior, así que estaré bien surtido hasta casi final de año.

Ahora solo hace falta comprobar que el hígado lo voy recuperando poco a poco y esperar que los efectos espectaculares que tuve, los vuelva a experimentar.

De todo ello hablaremos por aquí.

Esperemos que así sea.

2 comentarios en “Una sensación extraña”

    1. Hola, Mamen. Muchas gracias por pasarte por el blog.
      Efectivamente, si que vivo en España, concretamente en la provincia de Teruel. La Fampyra me la consiguó mi neurólogo, en el hospital que me está llevando desde casi el principio de todo esto, el Miguel Servet de Zaragoza. Es un proceso largo.
      Te recomiendo te leas la entrada del blog, Reportando novedades mi capitán!! del 10 de diciembre del 2011. Ahí explico el proceso que lleva todo esto. Te puedes hacer una idea de lo que me ha tardado, pues comenzó hace más de un año.
      Te dejo el link a esta entrada, para que no pierdas tiempo rebuscando… 😉
      https://mithraldadotcom.wordpress.com/2011/12/10/162/

      Un saludo.

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