Un pueblo es

La canción Resistiré del Dúo Dinámico de 1988 se ha convertido por mérito propio en el himno del confinamiento. Repetida y versionada, su letra a partir de ahora irremediablemente nos traerá para la memoria todos estos días.

Pero todo esto es de esperar que acabe. En algún momento habrá que iniciar la desescalada, espero que con enormes medidas de precaución y siempre atendiendo a criterios científicos antes que políticos o económicos. De lo contrario en un mes probablemente volvamos a estar en la casilla de salida de nuevo.

Cuando todo esto pase, cuando nos veamos en la tesitura de que tenemos que seguir entre todos poniendo todo nuestro empeño en reconstruir y seguramente introducir cambios en nuestro modo de actuar durante bastante tiempo hasta que ya se de por superada la pandemia, creo que sería un movimiento muy deseable por parte de toda la sociedad echar un vistazo atrás, ver de dónde venimos y hacia dónde queremos ir.

Ver las cosas que se han hecho mal y las cosas que se han hecho bien corrigiendo unas y potenciando las otras, generando una sociedad que aprenda de errores y dificultades convirtiéndose en algo mejor.

En 1978 Maria Ostiz compuso una canción que me parece qué toca profundamente estás raíces de lo que realmente interesa potenciar y marginar.

En 1978 yo tenía 6 años así que vivía completamente ajeno a una época también convulsa en la que había que reconstruir también.

Siendo el tiempo de época que era ignoro si a esta canción se le dieron valores de un color u otro del espectro político. Yo os debo reconocer una cosa. Esta canción la descubrí en 1992 gracias a los grandes Martes y Trece, en una parodia que sin embargo cuando escuché la letra no me pareció parodia de nada y me interese por la canción original.

Pero disfrutemosla primero y como siempre atentos a la letra.

Siempre hablando desde mi opinión como cada una de las palabras que hay puestas en este blog desde que se inició en 2011. Esta canción me parece que tiene frases para enmarcar también.

Aparte del obvio sentido político que se le pueda dar, huyendo de slogans fáciles que pueden llegar a apasionar en un momento pero hay que buscar siempre la reflexión.

Con una frase no se gana un pueblo.

O al menos no se debería.

A un pueblo hay que ganarlo frente a frente. Asumiendo responsabilidades, demostrando que se trabaja por y para él más allá de directrices políticas y por supuesto muy por encima de intereses propios o de grupo.

En la segunda parte me parece también un par de versos enormemente acertados.

A un pueblo hay que ganarlo respetando las canas de su tierra, y que los retoños medren al cobijo del Sol esperando a que amanezca.

Protegiendo a los mayores que son los que nos dan la sabiduría de lo que ha sucedido y a los niños que son el futuro de nuestro pueblo.

Cuando todo esto acabe y haya que empezar a reconstruir teniendo siempre en la mente todo lo que ha sucedido qué clase de pueblo queremos llegar a ser. Un pueblo más sabio, que ha aprendido de sus errores, que pondrá los recursos a trabajar en lo realmente importante. Dando importancia real a todos aquellos que son los que han mantenido a flote el país durante un durísimo confinamiento.

El entretenimiento es entretenimiento y muchos días con la familia hacen agudizar el ingenio para conseguir entretenimiento propio o incluso vecinal. No hace falta gastar estratosféricas sumas de dinero en divertimentos que no son más que un brutal negocio para algunos, cuando los recursos hay que destinarlos a lo realmente importante.

Utilicemos todo lo que está sucediendo para crecer como sociedad. Algo más avanzado, algo más humano, en definitiva algo diferente hacia lo que íbamos caminando.

Un pueblo es su gente. Y la gente también debe aprender de los errores. No podemos delegar en otros y luego quejarnos del resultado cuando hemos dejado campar a sus anchas sin poner trabas ni freno a las tropelías que han realizado.

Después de resistir viene lo más difícil que es reconstruir.

Y sobre todo quedémonos con la frase final del estribillo.

Mirando al frente y sin volver la espalda.

Con la vista puesta en el futuro, pero jamás olvidándonos de dónde venimos y qué es lo que nos ha traído hasta aquí o volveremos a cometer exactamente los mismos errores. Eso del pasado pasado está es un grave error de concepto. Precisamente por eso se supone que somos una especie inteligente, podemos aprender de nuestros errores y anticiparnos con lo aprendido para no volver a cometerlos o no cometer errores parecidos.

Abrazos y besos para todos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Scroll al inicio