Para no espaciar mucho las entradas. Poco hay que añadir a lo ya dicho.
Espero el «maratón» médico que tengo en los próximos días.
El 25 voy a revisión de rehabilitación. Esta revisión estaba pensada para ver si ya había tenido la prueba de la bomba de baclofeno, o ya estaba con la toxina botulínica y observar posibles mejoras en la movilidad. La cuestión como ya sabreis si seguís mis andanzas es que aún no he tenido contacto con estas técnicas, si bien la toxina correrá por mis músculos en breve.
En esta visita si que tendré las oportunidad de que vean el empeoramiento que he sufrido desde que acabé con las sesiones de rehabilitación. De hecho, la rehabilitadora que voy a ver es la que me dio el alta, observando mejoras tras las 20 sesiones de rehabilitación. A ver lo que me cuenta.
El día 29, tendré mi experiencia con la toxina botulínica. Habrá que seguir de cerca mi estado, tal y como estoy ahora y la evolución tras el infiltrado. No dudeis que lo plasmaré por aquí.
El día 31, tengo pendiente una ecografía abdominal. La razón, como ya dije en su día, es que a pesar de ver como en cara, cuello, brazos, manos y piernas, veo cómo adelgazo, tengo una barriga incómoda, hinchada y dura. Teniendo en cuenta que desde que tengo esta enfermedad, como más sano y equilibrado de lo que lo he hecho en mi vida, y nunca he tenido sobrepeso, me escama este tema.
En los análisis no me salen parámetros anómalos, pero quiero ver si, como me temo, la ingente cantidad de medicación que estoy tomando, tiene responsabilidad en esta «barrigota» que hace un par de años que me acompaña. Órganos hinchados, o retención de líquidos…
De momento es lo que tengo pendiente, a la espera de que salte la sorpresa y me llamen para la prueba de la bomba.
Tras el maratón y sobre todo, la infiltración de la toxina, actualización con, espero, buenas noticias.