El informe de estos días, sigue siendo bastante desalentador.
El pasado miércoles 21 no pude acudir a la cita con el neurólogo debido a que teníamos unos 50 cm de nieve en esta zona…
Lo dejamos para el próximo día 28.
Debo decir que el pasado lunes 19, al despertarme vi que no podía practicamente caminar. Qué digo, caminar…me costó casi 20 minutos levantarme de la cama. Al día siguiente ya comenzó a nevar y paró el miercoles por la tarde. Hoy tenemos un día de sol espectacular.
El empeoramiento que noté el pasado día 19, me gustaría saber si puede deberse exclusivamente al cambio de tiempo tan radical que hemos tenido. Hoy vuelvo a estar bastante rígido de nuevo, y es que, otra vez está virando el tiempo, en este caso hacia el sol.
Si estos cambios de tiempo hacen que mi estado sea una montaña rusa de estar mal a estar muy mal y recuperarme un poco para estar peor que nunca al día siguiente…va a ser difícil acostumbrarse. Aunque no queda otra opción, por supuesto.
Con el tratamiento del Proceso, sigo con la pauta establecida religiosamente, haciendo los controles diarios y semanales. No hay novedades en ese sentido, todo está bajo control. Tan solo esperar que los resultados analíticos trimestrales sigan en orden y no se imponga otro descanso en el tratamiento. Aunque, con las reservas que estoy teniendo últimamente, tengo mucho que pensar respecto a este tratamiento.
Tengo unas noticias bastante preocupantes de un cambio en la actitud en el campamento base, que debo ver con mis propios ojos.
Una cosa esta muy clara. Desde aqui, siempre he defendido la labor de todo el equipo del campamento base, pero si se ve realmente este cambio a peor, tambien lo comunicaré con la misma rotundidad con que los he defendido.
Realmente me gustaría que nada cambiase, o tan solo que los cambios fuesen a mejor, por supuesto. Volver a sentir la esperanza con la que comencé todo este proceso. Poder comprobar una estabilización real, con pruebas clínicas que lo confirmasen, sería todo lo que necesito para seguir adelante.
A día de hoy sigo bastante rígido. La movilidad está muy perjudicada y a duras penas puedo desplazarme por casa. Afortunadamente puedo trabajar desde el ordenador de casa, y conectado vía telefono e internet. En días como hoy, tengo que pensar en que, en el fondo, soy un afortunado. Ya que, en mi misma situación, si tuviese otro trabajo, haría mucho tiempo que tendría que haber pedido una minusvalía con compensacion económica por no poder ya trabajar.
A día de hoy, mis limitaciones en cuanto a movilidad son más que evidentes. Y quizá comience el proceso para obtener algún grado de minusvalía. Tan solo el hecho de poder aparcar en plaza de minusválidos, ya sería un logro, al estar siempre cerca de la entrada a los sitios en los que ahora hay que aparcar donde Judas perdió el mechero…no se si me explico 😉
De todas estas cosas, iré dando cuenta en este blog, que se ha convertido en una terapia excelente para ver plasmados mis pensamientos, puesto en orden todo lo que bulle en mi cabeza, y que me permite tomar decisiones viendolo todo desde una perspectiva más global. Se toman decisiones con mejor criterio cuando los pros y contras estan bien claritos y no atacando la cabeza todos al mismo tiempo.
De momento, esperando, como tántas veces ya. Y con la vista puesta en los acontecimientos que observe en el campamento base y en el Sativex y la aprobación o no de la Fampridina.