Han pasado bastantes días desde la última entrada, y no porque no tenga cosas que decir, de hecho hay mucho, pero básicamente todo podría tratarse en la famosa sala de espera, y no quiero que este blog se convierta en algo monotemático en cuanto a denuncias, injusticias, opresiones políticas, y rabias acumuladas del que os habla.
Quiero dar también luces y pareceres más positivos. Hablar de sentimientos y estados de ánimo, que muchas veces es lo que más nos cuesta, y en el fondo es algo que tanto enfermos como los del entorno del enfermo necesitamos en muchas ocasiones.
Estos días no han sido muy buenos tampoco. Rigidez y mal estar muchas horas del día. Excepto los últimos 5 ó 6 en que la temperatura ha bajado a los niveles normales por esta zona.
Me gustaría pasar unos días de vacaciones tranquilas y poder descansar de verdad en algún momento. Y por desgracia no hay novedades en mi estado general
Pero hoy no va de eso la cosa.
Vuelvo a la sala de espera porque quedó un tema colgando y que últimamente ha cobrado notoriedad.
La sala de espera tenía otro tema vivo que despierta pasiones y además tiene mal arreglo, porque depende mucho de la empatía de los demás hacia los discapacitados.
Estoy hablando del respeto de la gente por las plazas de aparcamiento para PMR (personas con movilidad reducida), ascensores en los centros comerciales, parkings subterráneos o lugares de poblaciones con gran desnivel en los que se instala un ascensor público. Lugares del transporte público reservados o con preferencia a personas PMR, accesos a estos transportes públicos para PMR, baños para personas PMR…
Cualquiera que se pasee por las poblaciones con visión de alguien en silla de ruedas puede ver la multitud de barreras arquitectónicas que nos encontramos en el día a día. Muchas de ellas son tan insalvables que ni aunque lleves asistencia puedes acometerlas.
No estoy hablando de que absolutamente todo sea accesible, aunque eso es lo que nos dice el sentido común unido a un pensamiento solidario.
Toda nueva construcción si que se debería adaptar a la normativa existente para PMR, evidentemente, pero las construcciones más antiguas o no tanto, pero ya realizadas, creo que deberían tener facilidades para lograr una adaptación.
Aquí entramos en la empatía y solidaridad de la gente.
Las administraciones públicas tienen una serie de cuestiones que deben tratar.
Algún ejemplo tonto.
Las aceras, al menos en su inicio y final, deberían ser accesibles, al igual que las zonas de cruce o con pasos de peatones. Y no está de más que se recuerde que el maldito bordillo americano no es accesible. Para los coches, sí. Para alguien en silla de ruedas, con asistente, puede ser salvado con ayuda de este. Para los usuarios de scooters o sillas eléctricas son bordillos muy peligrosos.
Pongo una foto para saber de lo que estamos hablando.
Señor@s gestores públicos.
Poner esto en una acera no es hacerla accesible. Poner esto en una acera, acceso a algún lugar público o paso de peatones, inicio o final de acera, etc, es poner una barrera más baja.
La impresión que me daba cuando podía circular con scooter, o ahora que voy en silla eléctrica, cuando encaro de frente algo así, porque no hay más remedio y solo de frente se puede intentar salvar el desnivel, es correr contra una pared. El golpe va a ser guapo y la silla se va a desestabilizar.
Intentar algo así es una inconsciencia, lo se.
Y lo hago por no circular directamente por la calzada, para evitar peligrosas pasadas de coches que no respetan al vehículo lento y fragil, con una persona a los mandos con problemas de movilidad. Para evitarme trifulcas al acordarme de los muertos más frescos del individuo que además de no respetar la velocidad de la calzada y pasarme rozando, me grita o toca el claxon con nerviosismo, molesto por tenerme por el medio…como si yo no tuviera otra cosa mejor que hacer que jugarme el estropeado físico que me queda en una calzada porque al departamento de urbanismo de turno no se le ocurre pensar en los otros ciudadanos no ágiles, no bípedos, lentos, con problemas de movilidad añadidos a los problemas de un ciudadano más.
El tema de las muchas barreras arquitectónicas es muy extenso y complejo.
Como digo más arriba, en la obra nueva no habría más que aplicar la legislación vigente y el sentido común.
En un castillo del siglo XII, evidentemente no voy a exigir rampas por todos lados. Eso sería una estupidez que además de carísima sería absolutamente antiestética, rompiendo la magia de la visita, pero sí algo habilitado para al menos poder ver desde arriba el conjunto y poder volar con la imaginación como un visitante más.
Los lugares antiguos, o cascos históricos de muchos lugares, están pavimentados con adoquines, sin aceras o lugares lisos. Circular en silla de ruedas o scooter o simplemente llevar un carrito de bebé por estas zonas es un auténtico martirio, tanto para los vehículos de minusválidos y carritos como para nosotros y los bebés de esos carritos. No creo que sea mucho pedir una franja lisa para que también nosotros podamos disfrutar de esos lugares que siempre suelen merecer una visita.
Hay muchos ejemplos tanto de barreras arquitectónicas como de posibilidades de subsanarlas.
Os invito a dar una vuelta en vuestras poblaciones, o en las que visitéis en vuestras vacaciones con los ojos de alguien en silla. En las cosas que hacéis diariamente y ver los problemas para nosotros.
Pongo unos enlaces a sitios, peticiones o noticias que de algún modo tienen que ver con este tema:
http://www.tododisca.com/el-peligroso-dia-a-dia-de-graciela-indignante/
http://www.tododisca.com/muere-un-hombre-con-discapacidad-en-el-incendio-de-su-casa/
Pero realmente esta conversación no iba tan relacionada con las barreras arquitectónicas como con la empatía de la gente respecto a nuestra existencia.
Con el uso que se da a las infraestructuras creadas para dar servicio a las personas PMR.
Más relacionada con el conductor que me increpa y toca el claxon con nerviosismo y agita sus brazos con hastío por encontrarme en la calzada por no poder usar las aceras.
Con las largas esperas en el ascensor de un centro comercial para subir o bajar una planta porque el ascensor está siendo usado por una multitud de personas con unas piernas fuertes y hermosas que los llevan donde quieren y eligen no usarlas en ir a unas escaleras o rampas mecánicas. Y además al salir del ascensor te atropellan porque ni siquiera se les ocurre mirar un poco hacia abajo, que es donde estamos los niños, los papás con carrito y los de las sillas, que somos los usuarios preferentes de esos ascensores.
Con la gente que se agolpa en esos ascensores y te mira mal porque tu silla ocupa mucho y no se ha podido meter todo su risueño grupito de amigos que van a ver la peli de turno o a comer, o a lo que sea , con unas piernas largas, cortas, delgadas o gordas, que funcionan perfectamente.
Con la gente que te ve esperando en la puerta de estos ascensores en un parking público, y al abrirse las puertas salen a toda prisa en un símil del colegio de tonto el último, sin darte posibilidad ni de moverte, para no bajar o subir un miserable tramo de escaleras de un piso mientras te toca esperar a la próxima o enzarzarte en una discusión que no llegará a conclusión alguna.
Con los jetas que aparcan en la plaza de PMR porque está más cerca de la entrada.
Con los que se desesperan y no paran de intentar rebasarte y si no pueden, ahogan la frustración de encontrarte en su camino golpeando el volante y tocando el claxon diciendo barbaridades, mientras tu acompañante va a toda prisa acomodándote en el asiento del coche, plegando la silla o usando la rampa para meter la silla eléctrica en el maletero, además de la compra o sujetar bien a los niños porque en la plaza PMR nos hemos encontrado un impresentable de los anteriores o sencillamente no existe esta plaza.
Con la gente que sin el menor pudor entra, usa y deja hechos un asco los servicios para personas PMR porque en éstos no hay cola y luego te toca o ponerte a limpiar a ti o a tu acompañante una taza de vater asquerosa con papel higiénico generalmente desenrollado o tirado por el suelo, o mojarte el culo con su orina y suciedad.
Con los que se molestan y ponen cara de que mejor te quedas en casa, en una terraza o restaurante porque tienen que levantarse un momento para que puedas pasar tú a tomar algo o a comer.
Con los que ven injusto que los inútiles como yo, tengamos exenciones fiscales, haya algunos impuestos que pagamos una parte o alguna facilidad en adquirir vehículos, que luego tenemos que adaptar gastándonos en ocasiones un 30% o 40% más del valor comercial del coche.
Con los que me han dicho (pocos) y piensan (muchos más) lo guay que es ya no tener que trabajar desde los 40 años y que ahora ya solo tengo que dedicarme a disfrutar, dicho con cierta envidia y todo.
Con los que, en el fondo, piensan que somos una molestia y un gasto inútil.
Esa gente que es incapaz de ponerse en nuestra piel ni por un momento.
Se que no toda la gente es así. Que todos los días ves otro tipo de gente. Pero todos sabéis que ese otro tipo existe y no es que precisamente sean 1 de cada 1000, por desgracia.
Esa gente que solo mediante educación y concienciación podría empatizar con lo expuesto aquí y que, por desgracia yo creo que en muchos casos, ni siquiera con esto lo harían pues el egoísmo y la ceguera ante lo que sucede a su alrededor, su absoluta falta de interés por todo lo que se salga de sus cerradas miras, gustos y aficiones, e incluso desdén por el que se lo nombre, hace que el arreglo, la convivencia y la unión social ante estas claras injusticias sea una utopía.
¿Cómo vamos a tener así unión social para acometer reformas mucho más grandes en cosas en las que se ven perjudicados ellos también y ni siquiera lo piensan ni les importa?
¿Oís el sonido seco y ávido de un frotar de manos ante estas actitudes?
Yo también.
Estuve en junio en Canet de Berenguer (Valencia), y me chocó lo bien preparada que estaba esa playa cerca de mi hotel, pasarela de madera hasta el agua, coches para bañarse en el mar, todos exclusivos minusválidos, ayuda de dos personas, duchas bajas…y un montón de aparcamientos para minusválidos. Es la mejor que he visto
También decirte que hoy por por ando, aunque no distancias superiores a 200 m. por lo que también tengo carnet de aparcamiento. No serí la primera vez que me he vuelto a casa por no poder aparcar, eso sí, en la calle llamo a la policía seguro. También comentarte que andar por calles adoquinadas no puedo si no voy acompañada y poco rato. Estoy contigo en que tenían que poner una franja lisa. Un abrazo
Hola Conchi, tú das cuenta de las cosas que nos pasan en los espacios.
Las playas están muy bien adaptadas, gracias a la normativa europea, las han hecho accesibles a los discapacitados, creo compiten entre ellas para llevarse el mejor premio.
Un abrazo
Maite
Hola Maite. Esa me encantó y es la que mejor he visto preparada y me he movido mucho por la costa del mediterráneo. Un abrazo
Hola Juanjo, que bueno leerte y como siempre gracias por tu espíritu luchador, generoso y humano.
El cambio de temperatura lo agradecemos necesitamos tanto!!, supongo que ya nos contarás con más detalles tu estado general, pero parece que no hay novedades de las buenas.
Toda la reflexión que haces sobre la adaptabilidad de los espacios públicos es para hacer una debate entre afectados, personas válidas, administraciones, polítíos, entidades… Casi todas las personas PMR y nuestros familiares cercanos vivimos, padecemos y sabemos cómo es nuestra realidad en ese tema.
Está clarisimo que lo que pretendemos es que nuestros derechos sean respetados, no queremos prebendas especiales.
Es como dices Juanjo, la gente es insolidaria y nada empatica; a mi me ha contestado un señor, cuando le dije que estaba aparcado en una plaza adaptada, en el Lidl, y yo en mi silla de ruedas: «señora mi mujer viene ya mismo está comprando», y sin perder la compostura le pedí que me deje la plaza y lo hizo, pero porque me vio, pero a mi marido algunos se le han puesto bravos.
La actitud de la gente que se comporta así, es una mezcla de incivismo, ignorancia, egoísmo, comodidad, falta de conciencia y de culpa. No les importa y se justifican, sin razonamiento válido, actuan así porque sí. De la gente que firmó la solicitud de Juanjo en Change.org hay cantidad de comentarios que van de lo mismo.
Y ésto es solo un ejemplo, tú has dado más en diferentes espacios, ascensor, parking…. que realmente indignan. Lo de los baños públicos es un tema más, una vez el aseo adaptado estaba siendo usado como almacén, obvio me fui de la cafetería.
Pero la gente en general, porque hay muchos que no, son insolidarios y no empaticos. Hasta que les toque a ellos vivirlo en 1° persona, ahí cambiarán y reivindicaran, tal vez hagan examen de conciencia.
Te tendré al tanto de la demanda con Change.org, porque además habrá que proponer campañas de sensibilización, educación como dices y anuncios publicitarios en los medios.
Por pedir que no quede. ESCUCHO EL SONIDO!!!
Un abrazo muy fuerte, y ojalá puedas tomarte las vacaciones que quieres.