Algo hemos removido

Una rápida actualizacion de cosas pendientes, que si no, parece que me estoy olvidando de actualizar esta bitácora porque pierdo interés en ella, y nada más lejos de la realidad.

Lo único que ocurre es que está todo muy parado, con pocas novedades y excepto con las entradas-berrinche, como la anterior, poco hay que ofreceros.

En la visita al neurólogo, nada más que confirmar la inoperancia de la toxina botulínica. El empeoramiento enorme que llevo en un año y, esta sí, mejor noticia, que en una reciente reunion se habló expresamente de mi caso, quedándo en ponerse en contacto conmigo en este mes de enero. Soy consciente de que solo quedan 11 días, pero esperaremos. Además del resultado de esta reunión, en el que mi caso pasó a ser tratado como preferente, ya con una reclamación oficial cursada para mover papeleo, el zumbido que mi neurólogo realiza y un nuevo zumbido que gracias a una compañera podemos iniciar ( gracias, Rosa 😉 ), espero que esta vez, sí.

Respecto a la medicación normal, sigo con baclofeno, amantadina, escitalopram, tizanidina, pentoxifilina y omeprazol para intentar aplacar un poco la bomba diaria que le pongo a mi pobre estómago. Me subió la cantidad de tizanidina, para tomar mañanas también, además de las noches, ya que su efecto míorrelajante puede ayudar algo a paliar, sobre todo, los días de enorme rigidez en que, no yo, una persona aplicandose a fondo, a duras penas me puede doblar las piernas por las rodillas. Veremos cómo va, porque a mí este fármaco me da un enorme sueño y no quiero estar zombi ya por la mañana.

Respecto a la rehabilitación, los movimientos a los que me someten, los ejercicios que me hacen, los paseos con el troller, etc, me ayudan a encontrarme mucho menos entumecido. No han conseguido despertar el efecto de la toxina, pero los músculos rígidos, con calambres semihabituales ( y esto ya sabéis que sí que duele), ya no los tengo tan mal. Y si algún tendón alborotador, se empeña en dar la lata, las fisios lo convencen para que me deje tranquilo.

Esto no implica un aumento de la fuerza de mis piernas y brazos, pero sí un sentimiento de mayor alivio. En general, puedo decir que descanso mejor desde que me reenganché a la rehabilitación.

Espero que sin tardar mucho pueda venir con buenas noticias. Mientras, algúna regañina más echaremos en nuestra sala de espera particular.

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